Cada persona somos un mundo, somos únicas e irrepetibles y así es también nuestra forma de enfrentarnos al dolor. Sin embargo, en esa especificidad, hay una serie de orientaciones que pueden resultarnos útiles, o no, en nuestro transitar el duelo.
Cada persona somos un mundo, somos únicas e irrepetibles y así es también nuestra forma de enfrentarnos al dolor. Sin embargo, en esa especificidad, hay una serie de orientaciones que pueden resultarnos útiles, o no, en nuestro transitar el duelo.